Keren Kayemet leIsrael presenta los sitios con las flores más hermosas, en los que se puede ver ciclámenes, anémonas, altramuces, lirios, almendros y otras flores y plantas.
Eli Yadid, director de relaciones públicas de KKL-JNF, explicó: "En las últimas semanas hemos visto una floración embriagadora que alcanzará su punto máximo el mes próximo. Invitamos a todos a visitar nuestros bosques y disfrutar de su belleza espectacular en el Día de la Familia. KKL-JNF se complace en recibir a los habitantes de Israel en los distintos bosques y brindarles toda la información sobre las flores especiales que ya han aparecido en ellos."
Ciclámenes en Guivat Harakafot (la colina de los ciclámenes), en el Bosque Galed
En Guivat Harakafot en el Bosque Galed se puede encontrar ciclámenes, una planta tuberosa común en el Mediterráneo oriental, en la zona entre Turquía e Israel, cuya flor es encantadora por su belleza. Cada flor nace de una espiga larga, cuyo extremo superior se inclina hacia el suelo. También la flor mira hacia abajo, pero cuando se abre, los largos pétalos se pliegan hacia atrás, fenómeno que le da una apariencia especial. Cada flor dura aproximadamente tres semanas, pero un bulbo puede desarrollar varias flores una tras otra y mantener un largo período de floración.
¿Cómo llegar? En el cruce Eliakim, girar hacia la carretera 672 en dirección al kibutz Galed. Después de unos 11 km se llega al estacionamiento de Guivat Harakafot, que se encuentra al oeste de la carretera, con sitio de estacionamiento y una arboleda con mesas de KKL-JNF. Al este del camino se puede ver la colina. Cruzar la carretera, pasar el cartel de KKL-JNF con la inscripción "Yaar Harakafot" y después de unos 200 metros de la carretera se llegará a la colina.
Ciclámenes en Guivat HaRakafot. Foto: Talia Becker, KKL-JNF
Almendros en Sataf
No se puede ignorar el almendro en flor. El árbol muestra pimpollos antes de florecer y luce un espectacular vestido de novia de color rosa y blanco. El almendro es uno de los árboles frutales más antiguos de Israel. En las excavaciones de Jericó se descubrieron restos de madera y cáscaras de almendra en estratos del período neolítico (8.000 a.e.c.), y el árbol es mencionado varias veces en la Biblia. A principios del siglo XX, el cultivo del almendro se extendió tanto en el sector judío como en el árabe. Quienes se dedicaban a él supieron apreciar las modestas necesidades del árbol, que se contenta con pequeñas cantidades de agua y no se queja, aun cuando se lo cultive en suelo arenoso.
¿Cómo llegar? Se puede llegar a Sataf de tres maneras: a. Desde la carretera Tel Aviv-Jerusalén (carretera nº 1) girar hacia el sur en el cruce Harel y continuar por Maoz Zion hacia el kibutz Tzova (carretera nº 3965). El desvío hacia Sataf está junto a la rotonda frente al kibutz (hay un cartel). b. La carretera número 395, que sale de Ein Kerem, también conduce hasta aquí desde Jerusalén. c. Quienes vienen desde la llanura costera también pueden llegar a Sataf por la carretera número 395, desde el cruce Eshtaol, pasando por Ksalon, Ramat Raziel y Tzova.
Un almendro. Foto: Michael Khoury, archivo fotográfico de KKL-JNF
Ciclámenes comunes en el Bosque Yahadut Teimán (los judíos de Yemen)
El ciclamen es famoso por su belleza, pero es hora de decir también algo sobre su carácter. Esta flor tan apreciada puede crecer en condiciones difíciles, sin pedir ningún favor. Hay algunos ciclámenes que crecen al borde del desierto y hay otros que se asoman en una formación rocosa, casi sin tierra. La belleza de esta flor proviene de su forma especial: su corola se dobla hacia abajo pero al mismo tiempo pliega sus pétalos hacia arriba. Ciertamente, se trata de un fenómeno raro; el ciclamen lo sabe y por eso marca el camino a los insectos que acuden a ella para polinizarla. El borde superior de los pétalos es más oscuro que el resto de la flor. Otra característica que distingue al ciclamen es su floración prolongada: una flor aislada puede vivir hasta tres semanas y las que crecen en condiciones secas pueden empezar a florecer ya en octubre.
¿Cómo llegar? Viajar por la carretera nº 1 (Tel Aviv Jerusalén). En el cruce Shaar HaGai, girar hacia el sur por la ruta 38 (Shaar HaGai - Beit Shemesh). Un poco antes del cruce Eshtaol, girar a la izquierda por un camino de tierra en buen estado que lleva al Bosque Hakdoshim (Los mártires). (Un vehículo todoterreno puede entrar en dirección a la gruta), para llegar al monumento "Gvilei Haesh" (Rollos de fuego); continuar y en el cruce Eshtaol girar a la izquierda (hacia el este) hasta la carretera 395 (hacia las poblaciones de Ramat Raziel).
Un ciclamen. Foto: Ilan Shaham, archivo fotográfico de KKL-JNF
Anemones at the Ruhama Forest
En el Bosque Ruhama se puede observar la floración de las anémonas y junto a ellas mostazas blancas cuyo color de floración también es amarillo, junto a los crisantemos de campo amarillos que aparecen en extensas manchas. Las salvas, que también son amarillas, acompañan la floración de las anémonas en muchos áreas.
¿Cómo llegar? Campos de anémona en las colinas cercanas al kibutz Ruhama. Antes de la entrada al kibutz, girar a la izquierda (hacia el norte) por un camino de tierra, avanzar unos cientos de metros y descubrir los campos en flor.
Anémonas en el Neguev. Foto: Yoav Lin, archivo fotográfico de KKL-JNF
El iris carmesí en la senda Ilanot
El iris carmesí es una planta con una flor grande y magnífica que consta de seis brácteas de color carmesí, tres interiores verticales y tres exteriores curvadas hacia afuera. Las brácteas exteriores tienen una mancha oscura en el centro, de la que crecen pelos amarillos. Rara vez se pueden encontrar flores con un tinte amarillento. El iris carmesí se reproduce no sólo a partir de semillas sino también de sus rizomas, por lo que suele verse en grupos. Cabe suponer que cada grupo denso de flores se origina en un ancestro común.
¿Cómo llegar? El Bosque Ilanot está ubicado en el lado este de la "antigua" carretera Tel Aviv-Haifa (carretera 4), entre el cruce Dror y el cruce Hasharon (el cruce Beit Lid). Se puede ingresar tanto desde el sur como desde el norte. Hay que estacionar en la explanada, y a partir de ahí el recorrido es a pie.
Un iris carmesí en el Bosque Ilanot. Foto: Tovit Shapira, KKL-JNF