El contacto humano con esta oruga, en cualquier etapa, puede causar una reacción alérgica en forma de irritación y/o erupción en la piel, o ardor en los ojos. En caso de contacto con la oruga o sus desprendimientos, lave el área afectada con agua y busque atención médica.
KKL-JNF es consciente del peligro que supone el contacto del público con esta plaga en las zonas forestales, por lo que cada año se ocupa de ello, en los alcances necesarios y con las medidas oportunas. Se pone especial énfasis en los sitios concurridos, como los estacionamientos y sus zonas aledañas y en bosques en los que la densidad de orugas es particularmente alta.
Todos los años los guardabosques de KKL-JNF inspeccionan los signos de la plaga en noviembre, y en diciembre se realiza una fumigación aérea. Los bosques son fumigados, en su mayoría, con un preparado biológico respetuoso con el medio ambiente, que tampoco es nocivo para el ser humano.