Los inicios del bosque Yatir datan de la apertura de caminos como parte del desafío nacional de desarrollar el Neguev. En 1964, los silvicultores de KKL-JNF plantaron en este lugar los primeros árboles, contra todas las posibilidades; no obstante, el bosque se transformó en uno de los más grandes de Israel. Se extiende por 30.000 dúnames (3.000 ha) y lleva el nombre de la ciudad bíblica de los levitas, cuyos restos se encuentran en él. En el bosque, que es un "pulmón verde" para los habitantes de la región, hay más de 4 millones de árboles de distintas especies. KKL-JNF ha desarrollado en él caminos panorámicos, sendas para caminatas, sitios arqueológicos y estacionamientos para picnic adaptados a personas con limitaciones de desplazamiento.