Unos 6 km al oeste de Beer Sheva, cerca del kibutz Hatzerim, KKL-JNF convirtió un espacio desértico en un pequeño oasis: en las laderas secas plantó diversas especies de árboles forestales resistentes a las condiciones del suelo y el clima, y abrió una senda de unos 2,5 km, a cuya vera se ubicaron esculturas ambientales. Esa es la senda de las esculturas.