La vista es conmovedora hasta las lágrimas: a lo largo del camino que conduce al monumento a los pioneros se encuentran pilares con fotografías de los secuestrados. Una flor amarilla, color que se convirtió en el símbolo de identificación con los secuestrados, decora cada una de las columnas.
KKL-JNF invita al público a visitar el lugar y a solidarizarse activamente con los secuestrados y sus familias, esperando la pronta liberación de todos los rehenes. En la entrada de la instalación hay cintas amarillas y se invita a los visitantes a envolver una cinta amarilla alrededor del tronco de alguno de los árboles en el estacionamiento.
Yifat Ovadia-Luski, presidenta de KKL-JNF, afirmó: "En el camino hacia la Jerusalén sitiada, el pueblo judío luchó en la Guerra de la Independencia por su libertad. Ahora, 75 años después, luchamos por la libertad de nuestros hijos e hijas, que fueron secuestrados por un enemigo perverso y llevados a la Franja de Gaza. Las intenciones y los pensamientos tienen fuerza; en cada momento, nuestros pensamientos están dirigidos a nuestros queridos hijos e hijas que fueron arrebatados de sus familias. El público está invitado a venir a este lugar, atar una cinta amarilla y expresar así los sentimientos del corazón que desea devolver a todos a sus hogares."